Como líder de Equans, es responsable de garantizar la seguridad y optimizar el valor de la infraestructura física de Legado.
Ingeniero civil formado en la Universidad Ricardo Palma, con una tradición familiar ligada a la ingeniería y la construcción, ha transitado a lo largo de su vida laboral por una serie de experiencias que ampliaron y enriquecieron su horizonte profesional. Tras más de 20 años en distintas posiciones ahora lidera Equans Perú, empresa del grupo francés Bouygues con presencia en 17 países alrededor del mundo, cuya labor es conectar, potenciar y proteger edificios, industrias, comunidades e infraestructuras.
En el camino fue desde asistente de oficina, mientras cursaba los últimos ciclos de su carrera profesional, hasta responsable de proyectos relacionados con la construcción, montaje, operación, mantenimiento de activos. Hoy lleva adelante diversos proyectos, entre ellos, uno de mucha importancia: la conservación de los ambientes deportivos de Legado, construidos para la realización de los XVIII Juegos Panamericanos y Sextos Parapanamericanos Lima 2019, que significaron un esfuerzo cuyos resultados son ampliamente reconocidos. Tras participar en la etapa constructiva tanto en instalaciones como en equipamiento electro mecánico, desde 2021 está a cargo de su gestión con el propósito de que perduren a través de los años y, al mismo tiempo, estén disponibles para el crecimiento de deportistas de alto rendimiento.
Se trata del único contrato de servicios en el país de esta modalidad, que comprende entre 600 y 700 mil metros cuadrados de diversas sedes deportivas, incluyendo el Centro Acuático de la Videna, que albergan anualmente a más de un centenar de eventos deportivos de clase mundial. “Nos llena de orgullo contribuir a poner en vitrina al Perú en la realización de eventos deportivos”, afirma, luego de reseñar el resultado de algunos estudios realizados por Legado sobre el impacto de esta infraestructura en la reducción de la violencia ciudadana, la drogadicción y el ausentismo escolar en sus zonas de influencia.
Omar es nieto de Ted Sam Lam, quién llegó al país a inicios de 1900 y cuyo nombre también lleva. Su antepasado laboró en campos agrícolas de Lima y el norte (Trujillo y Cajamarca) y luego, con cierta experiencia y espíritu emprendedor, puso en marcha una planta de jabones, una de especias, una granja de aves y un restaurante. Se casó con una peruana y tuvo 14 hijos, entre ellos, su padre, quien se encargó de transmitir a sus hijos la cultura de sus ancestros y valores como la disciplina, el respeto, la humildad y el afán de colaboración.
