El doctor Jorge Chung estuvo en primera línea durante la pandemia del COVID-19, atendiendo en el hospital Loayza a los enfermos graves antes de que pasaran a Cuidados Intensivos. Su testimonio se ha convertido en uno de los textos más vendidos de la reciente Feria del Libro.
Escribe Giuliana Lévano. Fotos Alberto Távara
El neumólogo Jorge Chung Ching se dirigió a toda prisa al local de la Feria del Libro en Lince para presentar su primer trabajo, “Yo te vi morir. Memorias de pandemia”, un testimonio sobre cómo se vivió la crisis del COVID-19 dentro de una de las salas de urgencia del hospital Loayza. Llegó tarde. Ya no hubo presentación, pero en cambio encontró una larga fila de lectores que pedían que les firmara sus ejemplares.
“Es que estaba de guardia”, dice. El día a día del doctor Chung es así: una continua renuncia a su vida personal. Lo experimentó más que nunca durante los largos y angustiosos meses en los que el virus se esparcía por todo el mundo y se ensañaba especialmente con el Perú. Él atendía en la Unidad de Alto Flujo del Loayza, adonde llegaban los casos graves a la espera de una cama en la Unidad de Cuidados Intensivos. Con suerte, él y una enfermera (los únicos a cargo de un pabellón con 42 pacientes) lograban recuperarlos y evitar su ingreso a UCI; pero muchos, demasiados, morían antes de conseguir el ansiado traslado.
“Yo te vi morir” sigue el caso de César Miranda, amigo entrañable del doctor Chung, que ingresó grave a la unidad del Loayza. A través de las conversaciones que ambos sostenían, sus bromas y angustias, Jorge Chung nos lleva de la mano por los fríos pasillos para conocer a distintos personajes, algunos con historias sorprendentes. César Miranda no sobrevivió a la enfermedad. Su querido amigo Jorge se encontraba a su lado en aquellos últimos momentos.
Jorge Chung Ching, el popular “Chinito” de la Unidad de Alto Flujo del hospital Loayza y autor de “Yo te vi morir. Memorias de pandemia”.
“Es necesario que la gente no olvide lo que pasó en la pandemia y conozca lo que ocurrió en los hospitales”.
Pero el libro, en su franqueza, expone también cómo el Perú llegó a liderar la tenebrosa lista de países más afectados por la epidemia, las increíbles condiciones en las que los médicos tuvieron que atender a miles de personas, la falta de personal, insumos y equipos y, sobre todo, del vital oxígeno.
“Escribí este libro, en primer término, porque las personas tienden a olvidar rápidamente. En dos años nadie recordará la pandemia, y cuando llegue la siguiente crisis sanitaria vamos a pasar por las mismas dificultades. En segundo lugar, porque era necesario que se supiera lo que ocurrió en los hospitales. Hubo gente que nos gritaba y nos insultaba cuando llamábamos para darles los informes de sus familiares. Decían que jugábamos con la vida de los enfermos, pero esto era porque no se sabía de los pocos recursos con que contábamos para atenderlos dentro del hospital”, dice ahora el doctor Chung.
“Y, por último, escribí esto también porque hubo muchas historias conmovedoras, muestras del valor que tuvieron muchos pacientes que vinieron a ayudarnos y fueron nuestro soporte durante esta etapa, cuando no nos dábamos abasto por la falta de personal”, cuenta con emoción.
El manuscrito original del doctor Jorge Chung tiene casi el doble de páginas que la actual edición. Los editores decidieron sacar parte del material, en particular un capítulo donde se hablaba del origen del problema sanitario, porque le dijeron que eran temas controvertidos, que lindan con la denuncia pública. En ese capítulo el doctor Chung señala responsabilidades políticas y de intereses particulares de personajes con mucha influencia y poder. Pero, dada la acogida que ha tenido el libro, él se ha animado a publicar más adelante una edición aumentada con toda esta información.
“La muerte y la enfermedad son lo más democrático que hay, porque les llega a todos sin distinción”, reflexiona el autor. Y luego añade: “En la sala podías tener a un paciente que vendía chupetes y helados y al costado estaba el gerente de una radio. Muchos de los que estuvimos ahí hemos quedado muy marcados con esta experiencia. Por eso quise contar esta historia, porque debe conocerse”.
Un libro de lectura imprescindible.
