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Elena Lon Kan Prado

Elegida miembro del Laboratorio de Innovación Ciudadana (LABIC) para impulsar iniciativas de seguridad alimentaria.

 

Doctora en Ingeniería con especialidad en Agroalimentaria, Magister Scientiae en Tecnología de Alimentos (UNALM), con estudios posdoctorales en Agricultura, durante el último lustro ha liderado proyectos estatales enfocados en elevar el nivel de la educación y desarrollar proyectos de investigación de alto nivel para contribuir a resolver los problemas del país en este campo. Fue becada por PROINNÓVATE para contribuir en el logro de los 17 Objetivos del Desarrollo Sostenible, en especial el hambre cero. Postuló al LABIC en un concurso internacional con el respaldo único de sus conocimientos y méritos, y fue seleccionada. Se trata –dice– de una oportunidad para compartir su experiencia y saber, para innovar proyectos sociales con sostenibilidad. “Me he especializado en dos áreas transversales complementarias a mi carrera: diseño e innovación de proyectos MITdesignX y sostenibilidad, estrategias y oportunidades para la industria en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT)”, explica. Su labor en LABIC es colaborar en el proyecto VICO.SAN, de vigilancia en seguridad alimentaria. Este –considera– es un punto de partida. “Se busca que los tomadores de decisiones se interesen en trabajar para disminuir y superar el problema de inseguridad alimentaria en el Perú”, subraya. Y alerta a quien tenga oídos: “no hay desarrollo de un país sin desarrollo humano; no hay desarrollo sin seguridad alimentaria”. Si bien no tiene relación con la comunidad tusán, la idea la entusiasma. “Tuve que trabajar arduamente y estudiar permanentemente”, sostiene. “Me sentiría muy honrada de pertenecer a una institución que me haga conocer, valore, conmemore y respete la cultura china”, añade. Su abuelo llegó adulto procedente de Cantón, se estableció en Huaraz, donde se dedicó al comercio, y volvió a China por negocios. Ahí lo sorprendió una enfermedad y falleció. “Mi padre decía que su verdadero apellido fue Lung Kamyong o algo parecido”, recuerda. Un tío suyo, por su parte, dijo apellidarse Lung Fung, y, de hecho, dirigía el chifa Lung Fung en Barranca. “Me identifico con la forma de pensar, el carácter y la disciplina de mi padre. Yo heredé de él la tenacidad, la resiliencia y la perseverancia”, dice. 

 

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