Síguenos en nuestras redes

El místico de Capón

Conoce a Francisco Choy, el místico de la Calle Capón.

El papá de Francisco, fue quien transmitió a su familia la mística y el conocimiento de la astrología y del feng shui, una disciplina que nadie conocía entonces aquí. Él, desde adolescente, tenía algunas dotes fuera de lo común. Sus amigos lo llamaban “El Mago”, sin saber que el nombre presagiaba que se ganaría la vida en las tierras ignotas del esoterismo de la meditación. 

Francisco Choy comenzó fabricando juguetes de plástico, compró una máquina carísima que no resultó y el negocio empezó a perder dinero. Cuando se dio cuenta, ya estaba en bancarrota. Le sacó lustre a su vena esotérica, preparó unos talismanes y se fue a una feria en Santa Cruz, Bolivia. Luego de una mala racha,  empezó a hacer lecturas gratis, le compraron los talismanes, lo entrevistaron en la televisión.

Lo que yo hago es limpiar el aura”, explica el hombre flaco y alto mientras camina por la calle Capón. “La idea es que la persona escuche los sonidos del cuenco tibetano acompañados de unos mantras de la diosa Kuan-yin (diosa de la misericordia en la vertiente china del budismo). Yo he tenido iniciaciones con los monjes tibetanos, quienes me dieron la facultad de recitar estos mantras que son para la sanación y la compasión.

Francisco Choy se divorció y se volvió a casar. Su esposa Verónica Vásquez Matos es acupunturista y tiene conocimientos chamánicos. Ella lo ayuda en los talleres y retiros que organiza. Él tiene tres hijas de su primer matrimonio y tres nietos. Choy pasa tres horas diarias en la playa para meditar y preparar su energía para su rutina que se inicia a las dos de la tarde, cuando llega a Capón para limpiar el aura a quien se lo pida.

Compartir noticia:
Facebook
Twitter
LinkedIn
Noticias similares
Síguenos en nuestras redes
Noticias más leídas
Categorías