Se ha convertido en el artista más cotizado, solo detrás de Claude Monet y Pablo Picasso.
Zao Wou Ki nació en 1920 en Pekín y su apellido original no era Zao, si no T’Chao, lo que le distinguía como perteneciente a una distinguida familia que procedía de la dinastía Song. Desde los 10 años manifiesta un interés evidente por el arte y en esta época empieza a pintar y dibujar. A los 15 años, es alumno de la Escuela de Bellas Artes de Hangzhou. Sus profesores fueron asiáticos y europeos, lo que le permitió probar diversas técnicas y aprenderlas.
Después de terminar los estudios le contratan de maestro auxiliar en su escuela que se encontraba en Chongqing desde 1938 por la invasión japonesa a la ciudad de Hangzhou. Ese año en el que presenta su primera exposición, y su padre le compra su primera obra. Es un momento en el que se encuentra profundamente influenciado por Cézanne, Matisse y Picasso. En muchas ocasiones, dicha inspiración proviene de estampillas y reproducciones de revista de obras de Renoir, Modigliani, y otros artistas europeos.
Llega a París en 1948 y aprende el francés que dominó rápidamente. Frecuenta el taller de Othon Friesz, conoce a Henri Michaux. Viaja por Europa. En 1941 el descubrimiento de Venecia determina su evolución del período figurativo a la abstracción. Este mismo año, cuando una exposición de su trabajo de grabador en Suiza, descubre la obra de Paul Klee que le impresiona fuertemente. Su trabajo se expone con frecuencia en París (Galería Pierre). A principios de los años 50, se organizan exposiciones de sus obras en Estados Unidos, Chicago, NuevaYork, Washington, en Suiza ,Basileo, Lausanne, y en Londres.
Nocturne. Zao Wou Ki
El gran cambio se manifiesta en su arte de pintor y grabador a partir del año 1953, cuando su escritura se hace totalmente imaginaria. Su obra gráfica, importante ya, se presenta el año siguiente en el Museum of Fine Arts de Cincinnati en Estados Unidos en el marco de una retrospectiva.
En 1957 deja Francia por más de un año, marchándose a Nueva York y conociendo a Samuel Kootz, Franz Kline, Conrad Marca-Relli, Philip Guston, Adolph Gottlieb, William Bazlottes, Saul Steinberg, James Brooks y muchos más. En 1958 vuelve a Hong Kong, y trabaja temporalmente con la Galería Kootz.
Se le ofrecen oportunidades de encargos públicos. En 1964 obtiene la nacionalidad francesa. A partir de 1965, Zao se consagra esencialmente al grabado y deja de pintar durante dos años, afligido por la enfermedad y la muerte de su esposa. El centro Pompidou le reserva una sala entera en 1976 para su exposición “Accrochages III”. Tanto en museos como en galerías, en Francia y en el extranjero, siguen numerosas exposiciones, homenajes, retrospectivas de este artista, la última en Biarritz, donde, en 2005, se presentan sus pinturas. Zao Wou Ki murió en Suiza en abril de 2013.
