Cuatro flotas de juncos participaron en la expedición liderada por Zheng He (abajo)
Una investigación en torno a las navegaciones chinas del primer cuarto del siglo XV ventila la dudosa hipótesis.
La versión es de Gavin Menzies (1937–2020), escritor y teniente comandante de submarino británico, quien aventura su hipótesis en el libro de su autoría “1421. El año que China descubrió el mundo” (2002), en el que afirma que los chinos llegaron a América antes que quien ostenta en la historia el título formal de descubridor del Nuevo Mundo y, en vida, fue investido con el de Virrey de las Indias.
La versión se sostiene principalmente en el Wu Pei Chi o, según el sistema pinyin, Wu bei Zhi, y conjeturas razonadas a partir del mapa de 1424 del cartógrafo veneciano Zuane Pizzigano (por lo demás bastante extendidas) que consigna, entre otras hasta entonces ausentes referencias, las Azores (descubiertas recién en 1431) y las Antillas (identificadas como Antilia, Satanazes e Ymana, posible corrupción de Ynsula Mam), abriendo así la posibilidad de que tales datos tuviesen como origen un posible contacto transoceánico en tiempos precolombinos, y en otras fuentes cartográficas, como el mapa sino-coreano Kangnido de 1420.
Más allá de la solidez de la pesquisa, la hipótesis que recoge el autor se inicia, a grandes rasgos, el 8 de marzo de 1421, cuan do –según afirma este– se hace a la mar una nutrida armada compuesta por cuatro flotas que sumaban 107 juncos, embarcaciones características del mar de China, algunas de ellas de casi 150 metros de eslora, con las que habría llegado a las áreas geográficas consignadas en el mencionado mapa de 1424. Se dice que Kublai Kan, en 1274, con una flota de 300 barcos de gran tamaño y entre 400 y 500 embarcaciones pequeñas, así como ocho mil guerreros mongoles, se lanzó infructuosa mente a la conquista de Japón, lo que intentó nuevamente en 1281, con igual resultado.
Conocido más ampliamente por su título traducido al japonés, Bubishi, el Wu bei Zhi es un libro militar chino compilado en 1621 por Mao Yuanyi (1594-1640), oficial de las tropas marítimas de la dinastía Ming (1368-1644) la que sucedió a la dinastía mongol. Consta de 240 volúmenes que suman 10 405 páginas, en las que, entre otros asuntos, en el capítulo (juan) 240 se da cuenta de la ruta del Almirante Jefe Zhèng Hé (1371-1433), desde Nanjing, pasando por Indonesia, Ceilán y el Sudeste Asiático, el Océano Índico, el Mar Rojo, hasta llegar al Golfo Pérsico, la península arábiga, el este de África y el canal de Mozambique, visitando 37 países con la misión, confiada por el emperador, de promover el comercio y recaudar tributos en el Pacífico oriental y el Índico.
Los viajes del Almirante Jefe son reflejo de la conducción de China bajo la férula de Yomgle, nacido Zhu Di (1360-1424), emperador descendiente de Hongwu o Hung-wu, antes Zhu Yuanzhang, nacido Zhu Chongba (1328-1398), fundador de la dinastía Ming. Zhu se caracterizó por su vigoroso impulso a la apertura comercial y marítima china, que convirtió a ese país en la primera potencia naval de su época. De hecho, en el siglo XV ninguna nación asiática o europea estuvo en capacidad de fabricar barcos de gran calado y todo tipo de naves menores, como los que se botaban al agua en los astilleros de Nanjing, Guangzhou (Cantón), entre otros. A esto se añade el ya para entonces antiguo conocimiento de los mares y del compás magnético, de cuya fabricación y usanza (así como del entonces floreciente puerto de Guangzhou y el llamado “barrio extranjero”, mayoritariamente musulmán, ubicado en su territorio) da cuenta Zhu Yu (¿1075? – después de 1119) en su Ping Zhou Ke Tang (1119) durante la dinastía Song del Norte (960-1279).
Gavin Menzies basa su teoría, entre otras fuentes, en el Wu Pei Chi y un mapa de 1424.
El libro aborda el contexto histórico de las navegaciones chinas de principios del S. XV.
En el siglo XV ninguna nación asiática o europea fabricaba barcos de gran calado como los de los astilleros de Nanjing y Guangzhou, entre otros.
A partir de los sucesivos periplos del gran explorador y militar chino, y de la envergadura de la flota de Zhèng (se estima que cada junco podía transportar hasta 1500 toneladas), Menzies construye su elucubración. Según esta, entre los siete viajes realizados por el Almirante Jefe el correspondiente a la presunta llegada a América fue el sexto (1421 y 1423), en el cual participaron, al mando de cada una de las cuatro flotas que tomaron parte en este, respectivamente, los almirantes Hong Bao, Zhou Wen, Tang Quing y Zhou Man, siendo este último el que –afirma el autor– recorrió la costa peruana. Las referencias acerca de este tránsito, sin embargo, son vagas y se entremezclan con otras correspondientes al supuesto paso por México.
La presunta llegada a América habría ocurrido en el sexto (1421 y 1423) de siete viajes realizados por la flota china comandada por el Almirante Jefe.
El incendio de la recién inaugurada Ciudad Prohibida, el 9 de mayo de 1421, un par de meses después de que Zhèng Hé se hiciera a la mar, hizo cenizas los planos y manuales instructivos náuticos, lo cual desalentó a la armada y a los comerciantes y desbarrancó el ambicioso proyecto nacional de expansión ecuménica. Cuando la armada volvió de su extenso periplo –presuntamente por los cinco continentes– más de dos años después de levar anclas, la vida del emperador Zhu Di estaba por llegar a su fin, lo que ocurrió el 12 de agosto de 1424, circunstancia que coincidió con el final de la apertura china. A contrapelo de otros levantamientos topográficos realizados en los distintos viajes del Almirante Jefe, recogidos en el Wu bei Zhi, de los correspondientes a la travesía de 1421 de la flota de Zhèng Hé y sus almirantes, especialmente los referidos al presunto recorrido por costas americanas, no hay más que especulaciones acerca de su pérdida o destrucción, o sobre presuntas copias –explicables porque supuestamente se hicieron en Corea o Japón– que llegaron a Europa a través de marinos árabes que comerciaban con sus pares italianos y portugueses.
Zhou Man, almirante de una de las cuatro flotas, habría sido quien llegó a costas americanas.
Maqueta de una de las flotas del almirante Zhèng Hé. (Museo Cultural Cheng Ho, Ciudad de Melaka, Melaka, Malasia).
Entre la ficción y la historia
La hipótesis de la temprana presencia china en costas americanas a la luz de las fuentes.
Desde la perspectiva de los criterios más elementales de la verdad histórica, la hipótesis de Gavin Menzies no resiste mayor análisis y el libro en el que lanza su hipótesis, no obstante la abundancia de referencias más bien especulativas, no pasa de ser uno de pura ficción revestido de “revisión histórica”. A la fecha no se ha hallado ni documento ni objeto de cualquier tipo que avale sus afirmaciones sobre presuntas expediciones navales Ming más allá de África. El principal sustento de su elucubración es el periplo de Zhèng Hé contenido en el Wu bei Zhi, que el citado autor menciona recurrentemente. Conocido asimismo como Ma Sanbao, este es considerado el mayor explorador marítimo chino de la historia de ese país y también el más importante de Asia. Eunuco militar chino musulmán, fue el comandante de la armada más grande que conoció el mundo hasta la Primera Guerra Mundial. Su fama se debe sobre todo a sus siete expediciones navales, realizadas entre 1405 y 1433, en los primeros tiempos de la dinastía Ming, a las que algunos consideran el sustrato de los legendarios viajes de Simbad. Sus contribuciones son claves para comprender el desarrollo de la cartografía china y establecen al mismo tiempo los límites de sus expediciones: el este de África. América estaba aún más lejos.
Las siete expediciones navales fueron realizadas durante la dinastía Ming.
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